top of page

El síndrome de Ulises: el impacto psicológico en los inmigrantes latinos en Estados Unidos

El ser humano ha migrado a lo largo de su historia buscando mejorar su calidad de vida. La migración es un acontecimiento determinante en la vida de un sujeto, ya que marca una ruptura con su historia vital, un punto de inflexión. El migrante busca mejores condiciones socio-económicas para sí mismo y para su familia. 

Pasar por el proceso de migración ocasiona ciertos malestares psíquicos que constituyen un duelo, el duelo migratorio. En este duelo, el sujeto que emigra debe elaborar psíquicamente la pérdida parcial de sus seres queridos, familiares y amigos, que han quedado en su país de origen.

Inmigrantes latinos en Estados Unidos.jpeg

A la vez, tiene que adaptarse al nuevo lugar, con su cultura, idioma y valores. No todas las personas emigran en óptimas condiciones psico-físicas, lo que puede representar una desventaja en el proceso de adaptación a lo nuevo. Estas personas están en riesgo de sufrir el Síndrome de Ulises (postulado por el autor español Joseba Achotegui). Este síndrome representa una analogía con las peripecias y el sufrimiento del héroe Homérico Ulises en su Odisea.

 Las personas físicamente vulnerables (con alguna discapacidad psíquica o física o con problemas psíquicos o físicos momentáneos) y que están sometidas a factores de estrés altos son propensas a sufrir el Síndrome de Ulises.

En los Estados Unidos las condiciones para el inmigrante latino se van dificultando con distintos niveles de complejidad según la administración gubernamental de turno. Para el gobierno existen dos tipos de inmigrantes, los que emigran por condiciones económicas y los que emigran por condiciones políticas. Estos últimos son los más favorecidos en cuanto a las leyes y el estatus para residir en el país, y por lo tanto, los que emigran por condiciones económicas suelen ser más propensos a sufrir el Síndrome de Ulises.

¿Qué es el Síndrome de Ulises?

El síndrome de Ulises es un duelo patológico en el cuál el aparato psíquico produce una conducta reactiva al proceso de aculturación (incorporación del inmigrante a la cultura del país anfitrión) en lo que debería haber sido, en un proceso normal, un duelo migratorio. 

El duelo migratorio no constituye en sí mismo una enfermedad, es un factor de riesgo para contraer el síndrome de Ulises. Ciertos factores estresores pueden influir negativamente en la vida de los inmigrantes que no han tenido la fortaleza psíquica, los recursos económicos y/o la red de contención social necesarias para afrontar este cambio de vida. De esta manera se puede presentar una conducta reactiva al duelo, pudiendo ocasionar sentimientos crónicos de tristeza, desesperanza, inseguridad y estrés. La cronicidad de este estado de cosas se define como Síndrome de Ulises.

La experiencia de los de los inmigrantes latinos en Estados Unidos

Estados Unidos ha sido y sigue siendo el destino predilecto de los latinos migrantes para establecerse. Más allá de los vaivenes de las políticas migratorias de este país, la población de origen latino sigue en aumento. Según datos del último censo de 2020, la población hispana ascendió a 62,1 millones de personas frente a 50,5 millones del anterior censo de 2010.

La migración constituye una serie de beneficios que pueden proporcionar al migrante un aumento de su calidad de vida, junto a estos beneficios aparecen ciertas tensiones, esfuerzos que el sujeto debe enfrentar en su camino hacia la adaptación al nuevo sitio en el que se establece. 

No todo es color de rosas en esta etapa de cambios, la migración tiene un lado negativo, que es el duelo. El duelo migratorio es un proceso que debe pasar el sujeto que emigra y que tiene que ver con elaborar psicológicamente la pérdida de todo aquello que ha dejado atrás: amigos, familia, trabajo, etc. 

El duelo migratorio tiene sus características particulares, que lo distinguen de otros tipos de duelo. En este proceso el sujeto inmigrante se encuentra con una cultura distinta a la suya, por lo tanto debe asimilar la cultura del país anfitrión. Parte del duelo migratorio reside en la elaboración de la pérdida de la propia cultura de origen. Atrás quedan familiares, amigos, lugares conocidos. Algunos autores señalan al duelo migratorio como un duelo múltiple, justamente por la multiplicidad de aspectos que se ponen en juego en este proceso complejo.

El síndrome de Ulises y los inmigrantes latinos

Los inmigrantes pueden clasificarse en 4 tipos, ellos son:

1-Los inmigrantes económicos: son aquellos que llegan con esperanzas de realizar el sueño americano y mejorar su condición de vida.
2-Los inmigrantes en busca de oportunidades: son aquellas personas que llegan al país con un nivel alto de instrucción académica o en oficios o con intenciones de estudiar y/o especializarse. Este tipo de inmigrantes viene mejor preparado psicológicamente para enfrentar las vicisitudes y asimilar la nueva cultura del país anfitrión. Este tipo de inmigrantes es menos propenso a sufrir el Síndrome de Ulises. 
3-Inmigrantes refugiados: son aquellos que huyen de situaciones de violencia o persecuciones en su país de origen. Este tipo de sujetos es más propenso a contraer el síndrome de Ulises porque con frecuencia ha sufrido traumas, abusos y violencia física y psicológica.
4-Inmigrantes exiliados: son aquellos que se marchan de su país de origen por razones políticas, ideológicas, ect. 

Esta clasificación de los inmigrantes hispanos permite visualizar con mayor exactitud si pertenecen a un grupo de riesgo que pueda contraer el Síndrome de Ulises.

Las consecuencias del síndrome de Ulises en la salud mental y el bienestar emocional de los inmigrantes latinos son significativas. Los síntomas de ansiedad, depresión, estrés crónico y sentimientos de desarraigo pueden afectar negativamente su calidad de vida y su capacidad para adaptarse a la nueva realidad.

La gran mayoría de los inmigrantes latinos son pobres y tienen un bajo nivel socio-cultural. En general provienen de áreas rurales y no poseen habilidades en oficios requeridos en las grandes ciudades. Esta cuestión coloca al inmigrante latino en un estado de vulnerabilidad, ya que debe aceptar condiciones de trabajo desventajosas y salarios bajos.

Al estrés que insume el duelo migratorio, se le van sumando la preocupación por sostenerse económicamente, con pobres condiciones laborales. Otro factor que genera estrés es la vivienda. El coste de la renta es cada vez más alto y rentar un apartamento o una habitación (como en la mayoría de los casos), implica compromenter un alto porcentaje del salario.

Las condiciones laborales desventajosas y las malas condiciones habitacionales se suman a la barrera idomática, que es muy importante para poder pertencer a la nueva cultura estadounidense.

Las personas adultas van aprendiendo a comunicarse con serias dificultades. Si sus hijos nacen es Estados Unidos, asimilan rápidamente el idioma y luego operan como intérpretes de sus padres. Esta situación rompre con la asimetría psicológica entre padres e hijos y rebaja la autoestima de los primeros, llevándolos a una situación de mayor aislamiento.

Como vemos, la inserción del inmigrante latino es compleja y requiere de una análisis multidisciplinar, en el que distinos profesionales provenientes de áreas como la psicología, psiquiatría, medicina, sociología y urbanismo, entre otros, aborden la problemática cada vez mayor de la inmigración y sus consecuncias a nivel del individuo y de la sociedad.

Estrategias de prevención y apoyo

Las estrategias de prevención deben apuntar a que los hispanos puedan acceder a un servicio de salud mental en español. Tener acceso a psicoterapia en su lengua materna favorece la inclusión del paciente en el dispositivo terapéutico. 

Los inmigrantes, sometidos al proceso de aculturación (inclusión y asimilación a la cultura del país anfitrión) tienen en general, dificultades para aprender el nuevo idioma, de esta manera se encuentran aislados de su entorno, o reducidos a pequeños grupos o redes con otros inmigrantes latinos que pueden estar en condiciones iguales o peores que ellos. Tener una psicoterapia en el mismo idioma ayuda a que los sujetos con Síndrome de Ulises, o que estén transitando un duelo migratorio, puedan confiar en el terapeuta, teniéndolo como una figura de autoridad para luego contarle sus padecimientos. Contar la historia de inmigración en terapia es asignarle un nuevo sentido, resignificar la historia personal, lo cuál ayuda a ir elaborando el duelo migratorio que se encontraba detenido.

Palabras clave:

Síndrome de Ulises, Latinos en Estados Unidos, Psicólogo en Miami, Inmigrantes latinos, Estrés migratorio, Adaptación en un país extranjero, Problemas de integración,  Apoyo psicológico, Salud mental de los latinos, Recursos para inmigrantes.

Fuentes

-Achotegui, J. (2003). El síndrome de Ulises: El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple. Revista de servicios sociales, pags 163-71.

-Rothe, Eugenio. (2006). Revista de la Asociacion Latinoamericana de Psiquiatria APAL. Volumen 6 •. 46-57. 

-García-Cid, Alba, Hombrados-Mendieta, Isabel, Gómez-Jacinto, Luis, Palma-García, María de las Olas, & Millán-Franco, Mario. (2017). Apoyo social, resiliencia y región de origen en la salud mental y la satisfacción vital de los inmigrantes. Universitas Psychologica, 16(Suppl. 5), 91-104

Psicólogo clínico Leonardo Paradela

bottom of page